
Imagen: Julio Ferrer Art
La lepra es una enfermedad crónica causada por el bacilo Mycobacterium leprae.Esta enfermedad ya era conocida por las antiguas civilizaciones de China, Egipto y la India. La primera referencia escrita a esta infección se remonta aproximadamente al año 600 a.C. A lo largo de la historia, los enfermos leprosos se han visto condenados al ostracismo por sus comunidades y familias.
Sin embargo, el también denominado mal de Hansen (por el médico que identificó el bacilo causante de este padecimiento) es curable, y si se trata en las primeras fases de su desarrollo se evitan sus secuelas.
Entre ellas, lesiones cutáneas insensibles al tacto por el daño que origina en los nervios superficiales que están debajo de la piel; afectaciones a las mucosas de las vías respiratorias superiores y de los ojos, acompañadas en ocasiones de otros trastornos.
Aunque el mecanismo exacto de transmisión es desconocido, se acepta universalmente que la lepra se transmite por contacto entre una persona enferma y otra sana a través de las vías aéreas superiores, por gotículas nasales y orales cuando hay un contacto estrecho y frecuente con enfermos no tratados, o la piel. Como promedio tiene una incubación de tres a cinco años y sus síntomas pueden tardar hasta 20 años en aparecer.
Los principales síntomas se caracterizan por manchas en la piel, que pueden ser blancas, rojizas o de color cobrizo, pérdida de la sensibilidad al dolor, calor y al frío; caída de los pelos de las cejas; inflamación dolorosa de algún nervio periférico y epistaxis.
Las cifras oficiales muestran que hay más de 182 000 enfermos, principalmente en Asia y África, y que en 2012 se notificaron aproximadamente 219 000 nuevos casos.
El diagnóstico temprano y el tratamiento multimedicamentoso siguen siendo los elementos fundamentales para lograr que la eliminación de la enfermedad como problema de salud pública.
Ayer, día 26 de Enero, se celebró el Día Mundial contra la Lepra (cada año, el último domingo de Enero). Y en España siguen registrándose cada año una media de entre 15 y 20 nuevos casos. Según datos de la asociación, en 2012 en España se notificaron nueve casos de lepra, en su mayoría importados, aunque también hay algunos autóctonos, como Andalucía, Galicia y Levante. Ese mismo año, en lo que respecta a la prevalencia de la enfermedad, había 56 casos registrados frente a los 72 de 2011.
Estas cifras, según la asociación, viene a constatar que, pese a ser una enfermedad erradicada en los países desarrollados, se siguen registrando casos en el primer mundo, posiblemente por fenómenos, como la globalización o el incremento del turismo y los viajes, muchos de ellos a países castigados por esta patología.
La Lepra «tiene cura» con un tratamiento, la poliquimioterapia, que consiste en la combinación de tres fármacos: dapsona, rifampicina y clofazimina.
La aplicación de las tres sustancias cura al paciente en un periodo que oscila entre los seis y los doce meses, según la gravedad, y acabado el tratamiento normalmente no suele reaparecer la enfermedad. No obstante, a pesar de que existe un tratamiento efectivo, los afectados y sus familias siguen padeciendo el rechazo y se ven marginados en su entorno.
No nos olvidemos de estas enfermedades, las cuales creemos que forman parte de la historia y sin embargo siguen siendo de gran importancia y a considerar en nuestros días.
Fuente: OMS, ABC salud.
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