¡Señales que salvan!

Según la OMS, la epilepsia es una enfermedad cerebral crónica que se caracteriza por convulsiones recurrentes. Estas convulsiones consisten en episodios breves de contracciones musculares que pueden afectar a una parte del cuerpo (convulsiones parciales) o a su totalidad (convulsiones generalizadas) y a veces se acompañan de pérdida de la consciencia y del control de los esfínteres. Son provocadas por descargas eléctricas excesivas de grupos de células cerebrales. Las descargas pueden producirse en diferentes partes del cerebro. La epilepsia se define por dos o más convulsiones no provocadas , cuya frecuencia también puede variar desde menos de una al año hasta varias al día. Las crisis epilépticas por lo regular empiezan entre las edades de 5 y 20, pero pueden suceder a cualquier edad. Puede haber un antecedente familiar de convulsiones o epilepsia.

Entre las causas comunes de epilepsia se encuentran:

  • Accidente cerebrovascular o accidente isquémico transitorio (AIT)
  • Demencia, como el mal de Alzheimer
  • Lesión cerebral traumática
  • Infecciones, como absceso cerebral, meningitis, encefalitis y SIDA
  • Problemas cerebrales presentes al nacer (anomalía cerebral congénita)
  • Lesión cerebral que ocurre durante o cerca del momento del nacimiento
  • Trastornos metabólicos presentes al nacer (como fenilcetonuria)
  • Tumor cerebral
  • Vasos sanguíneos anormales en el cerebro
  • Otra enfermedad que dañe o destruya el tejido cerebral
  • Uso de determinados medicamentos, como antidepresivos, tramadol, cocaína y anfetaminas.

En Epilepsia blog se describen lo que son las «auras»:  <<sensación o fenómeno subjetivo que precede y señala el comienzo de una crisis epiléptica>>.  Antes de una crisis se puede manifestar de diferentes formas:

  • Aura auditiva, relacionada con sonidos.
  • Aura cinestésica, sensación de movimiento en alguna parte del cuerpo, con o sin movimiento real de la misma.
  • Aura epigástrica, sensación dolorosa en el abdomen.
  • Aura intelectual, estado de desvarío que a veces precede a una crisis epiléptica. Se conoce también como aura reminiscente.
  • Aura motriz, movimientos determinados de distintas partes del cuerpo.
  • Aura procursiva: Impulso de correr que precede frecuentemente a una crisis.

Como enfermeros nuestra actividad debe centrarse sobre todo en la prevención. Educar al paciente y a la familia. Enseñando como actuar ante las crisis, a modificar los estilos de vida; aconsejando realizar ejercicio físico con frecuencia (se recomiendan actividades deportivas en la que la persona se encuentre acompañada o en equipo), evitar tóxicos y creando un patrón de sueño regular. Cualquier cambio en este patrón de vida habitual y saludable puede desencadenar una crisis epiléptica. Además es muy importante el cumplimiento estricto del tratamiento, y un seguimiento médico. Un periodo largo sin la presencia de crisis no exime de la obligación de continuar con las pautas de tratamiento establecidas.

Además debemos saber como actuar ante una crisis y tras la crisis: Actuación durante una crisis epiléptica: tumbar a la persona y retirar todos los posibles objetos con los que pudiera golpearse; colocar algo blando debajo de la cabeza y controlar la duración de la crisis y la pérdida del control de esfínteres. Aflojar prendas de vestir para favorecer la ventilación e introducir en la boca una cánula de güedel o un pañuelo de tela en la boca para evitar la mordedura de la lengua y favorecer la permeabilidad de la vía aérea, siempre y cuando no haya cerrado ya la boca. No sujetarlo y dejar que convulsione.

Tras la crisis, valorar el estado de la persona, comprobar vía aérea, si respira, si tiene pulso, temperatura y glucemia. Si la convulsión es de origen febril, será necesario aplicar medidas físicas y retirar la ropa. Colocar en decúbito lateral si no existe ninguna contraindicación.  Tranquilizar al paciente y reorientarle, favorecer un ambiente no muy luminoso. Evitar que se duerma y no administrar ningún alimento o bebida por vía oral.

Epilepsia ¿Qué hacer?

Fuente: izaro blog

Me gustaría ahora añadir un aspecto diferente en lo referente a la prevención de la epilepsia. Los conocimos como «perros señal» o «Perros Alertadores de Ataques Epilépticos»; éstos ofrencen un «beneficio dual al paciente, tanto como perro Asistente y de Terapia, a pesar que la finalidad primaria de estos perros es otorgar asistencia a los pacientes epilépticos, no debemos olvidar los graves problemas de timidez, inseguridad o antisociabilidad que presentan estos pacientes, en donde el perro desempeña un papel importantísimo en la superación de estos cuadros y en la integración a la sociedad».

En una revisión de Perros señal en epilepsia se concluye que: Un Perro Alertador de Ataques Epilépticos, no va a detener el episodio convulsivo, pero puede detectarlos a tiempo (con unos 20 min de antelación) y proveer suficiente ayuda para avisar a su amo de encontrar un lugar tranquilo y seguro durante su presentación, además de disminuir la frecuencia de los ataques ansiedad y stress, y aumentar su autoestima y capacidad de integración a la sociedad.

A propósito de un caso:

Una niña de 3 años y su mejor amigo

¿Por qué no fomentamos este tipo de recursos?

Fuente: OMS, MedLine, Enfermería CiudadReal.

 

Anuncio publicitario

Fumar es saludable….

…. o al menos así lo creían de los años 20 a los años 50, las industrias tabaqueras. Para ello utilizaron como imagen de sus campañas publicitarias a actores, deportistas y sorprendentemente a médicos y enfermeras. Un anuncio de 1946 decía en su campaña: «Veinticuatro horas al día tu medico permanece al pie del cañón; un par de cabezadas de sueño, unas cuantas caladas al cigarro… ¡y ya está listo para seguir su trabajo!” . Para quedarse helado !oigan!.

Ojo al dato: En 1949, el “Journal of the American Medical Association” (Revista de alto impacto) llegó al extremo de publicar supuestos estudios científicos que demostraban que los cigarrillos de Phillip Morris eran menos irritantes y sugería a los médicos que los recomendaran.

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Otras de las frases que más se ven en los carteles publicitarios de esa época son: “La mayoría de los médicos prefiere fumar Camel”, “Cuida tu salud, fuma Chesterfield”, ‘L&M, justo lo que el médico te mandó”. Y claro, imaginaros, con lo crédulos que somos algunas veces, si le añadimos que el fumar era una moda y que te lo recomienda el doctor, pues allí fumaba !hasta el perro!. Que puede ser mejor que eso…

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A finales de los 50’s, empezaron a surgir multitud de estudios que demostraron la relación entre el tabaco y el cáncer, entre otras enfermerdades. Fue entonces cuando empezaron a cambiar el «chip» y los anuncios favorables se fueron retirando progresivamente para sustituirlos por otros más realistas: “El tabaco mata”. Pero para entonces el daño ya se había hecho y miles de personas ya eran adictos a una sustancia que creían beneficiosa, en parte, por la publicidad que habían hecho de él el personal sanitario. Los años de post guerra verán un rápido incremento de los casos de cánceres, especialmente pulmonares. Poco a poco la evidencia comienza a poner freno a este tipo de publicidad y nuevos modelos vinculados al deporte, a los estilos de vida, etc, se populariza

La relación entre el tabaco y los médicos siempre ha sido ambigua, marcada por la moda, una formación deficiente y el alto porcentaje de médicos fumadores. Ahora podemos decir que esta relación ha cambiado. En España gracias a la conocida «Ley Antitabaco», tenemos espacios más saludables y libres de humos. Cada año, el 31 de mayo, la OMS y asociados de todo el mundo celebran el Día Mundial Sin Tabaco, dedicado a resaltar los riesgos para la salud asociados al consumo de tabaco y promover políticas eficaces para reducir ese consumo. El tema del Día Mundial Sin Tabaco en el 2013 fue la prohibición de la publicidad, la promoción y el patrocinio del tabaco; Campaña que hubiera venido de «perlas» en aquellos años 50, en los que el auge del humo blanco era más que evidente. 

Lo que esta en nuestra mano ahora, como personal sanitario que somos, es fomentar las políticas saludables, avanzar en promoción de la salud y adquirir hábitos saludables. Entre todos es más fácil, entre todos es posible! 😉

Conclusiones:

1.- Para poder educar sobre algo, hay que empezar por uno mismo. No puedes decirle a tus pacientes que dejen de fumar, que es perjudicial para su salud; y que cuando salgan del hospital o centro de salud, te vean fumando en la puerta. Tu credibilidad queda en tela de juicio.

2.- 100% Cuestionable cuan veraz es la información que se publican en revistas internacionales de renombre y que, dado su alto impacto, sus recomendaciones se suelen seguir al pie de la letra. Entran en juego los conflictos de intereses: «si tu me pagas X, yo publico algo que te beneficie», «Yo me aseguro un dinero y tu la fama». Hay que tener cuidado, con este tipo de cosas.

3.- No creas todo lo que te dicen, ni la mitad de lo que ves. O como también se dice: «Cuatro ojos ven más que dos» ; contrasta información, no te quedes con lo primero que encuentres!

4.- Creemos salud! 😉

Fuentes: Tabaco Update, Quo, OMS, MSSSI, Diario Médico.

Más imagenes en: http://flic.kr/s/aHsjTbwSyk