EBE ¿real y posible?

Hoy, en un foro de debate de clase, se ha propuesto este tema: EBE ¿real y posible?. Estas han sido mis reflexiones al respecto:

Tal y como se plantea inicialmente ¿es real y posible llevar a cabo este tipo de enfermería?

Si bien es cierto que hace unos años estas siglas, por lo menos  a mí, me sonaban a chino, hoy van formando parte de nuestro vocabulario. La práctica tradicional de enfermería, aquello que se ha hecho «siempre» y eso de  «esto es así porque sí”; ha pasado a ser cuestionada por aquellos que se atreven a poner en duda cuan eficaces son esas técnicas y cuales son los beneficios o inconvenientes que hay  detrás de ellas.

Por lo tanto considero que es real, es un mecanismo que ya se ha puesto en marcha y que nos intenta conducir a una práctica clínica mucho más eficiente y segura tanto para el paciente como para los profesionales que la lleven a cabo. Como bien dice Francisco Pedro en su artículo «Enfermería basada en la evidencia ¿realidad o ficción? “de 2012, el investigar acerca de un tema de la práctica clínica que nos cree confusión, interés esa necesidad de saber por qué se hace así nos lleva a unos determinados resultados. Esos resultados son los que llamamos evidencias, las cuales, a diferencia de lo que se ha hecho hasta ahora; no genera conocimientos, prácticas o técnicas fijas. Sino que estos resultados son completamente cuestionables y de continua evolución siempre que así queden demostrados en las investigaciones.

Y bien, ahora tenemos ese nuevo conocimiento, pero claro: ¿cómo lo hacemos posible? La respuesta parece sencilla, compartimos esos nuevos conocimientos avalados por unos buenos resultados en la investigación y ¡ya está! empezamos a aplicarlos. Pues si eso fuera así, igual no se hubiera creado este foro y no nos hubiéramos hecho esta pregunta.

La realidad parece ser muy diferente, las dificultades para implantar/usar estas evidencias surgen de: la falta de solidaridad con aquellos compañeros que se encargan de modificar la práctica asistencias y el no saber trabajar en equipo para conseguir un mismo fin. Además esa resistencia al cambio, sobre todo creo que por aquellos que han llevado la practica a lo tradicional, y esa «zona de confort» de la que no desean salir. Hoy en día, dada la situación económica, otro de los problemas es la falta de recursos; aunque creo que la motivación y las ganas del trabajo bien hecho son el pilar fundamental para que esto se lleve a cabo. A lo que uniría la cohesión y la fuerza de grupos de profesionales que lo promuevan.

Como apunte final, destacaría el poder que tenemos en nuestras manos, aquellos que estamos empezando y no tenemos esa deformación profesional que la tradición provoca en los profesionales más veteranos. ¡Debemos mantener una actitud clínica y transforma la enfermería que nos va a tocar vivir!

¿Creéis que tenemos opciones de cambiar las cosas?

Este vídeo nos ayudará a comprender como se crean los paradigmas y esa frase de «Aquí siempre se ha hecho así».

Para todos aquellos que no la conozcáis, os dejo con la iniciativa de Azucena Santillán y su #MLPela :Soy enfermera y “me la pela” si siempre se ha hecho así. Sumaros al movimiento «Me la pela» y entre todos haremos este camino más fácil! 🙂

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